I’ll be back
El domingo fue nuestro último día de rodaje con Silvia y Lyn. Este mes fuera de casa y con una constante interminable de entrevistas y emociones ha sido muy rico pero agotador. Anyways, estoy feliz!.
Eliana partió el lunes a primera hora para Nueva York. Claro que brindamos por el fin del rodaje en el estudio de Lukas y Serena, a pocos metros del barge, la casa barco donde nos estábamos alojando.
El taxi la recogió a las 6 de la mañana, la acompañé hasta la entrada del embarcadero, era de noche, no recuerdo más detalles porque estaba prácticamente dormida. Por la noche del domingo había ido al concierto de Maga Bo en San Francisco. Necesitaba mover un poco el cuerpo, saludar a mi amigo y salir del loop monotemático en el que estoy sumergida.
Con Eliana no fue un good bye, fue un hasta luego. Me gustaría volver pronto para incluir en el proyecto a Margot y Laura, que viven en la Bay Area y ahora no hubo tiempo suficiente para poder entrevistarlas y charlar con ellas. También sería bueno cerrar algunas cosas que quedaron sin perfilar debido al poco tiempo.
Ser una artista precaria es lo que tiene, a veces tienes que acoplarte a la situación que se te presenta. Pero se que tendremos más oportunidades para poder poder trabajar como me gusta, con tiempo y sin prisa.
TAZEl lunes fue el cumpleaños de Lukas, celebramos a media mañana con un brunch.
Luego me fui to the City (San Francisco), con una llovizna espantosa. El mal tiempo no podría vencerme, era el primer día verdaderamente libre. ¡Había que aprovecharlo!
Comí comida mexicana en el barrio de Mission, esto ha sido algo casi compulsivo desde mi llegada a California. No puedo dejar de comer chiles rellenos, burritos, tacos y quesadillas! Ya lo conté anteriormente, ese barrio es como estar en México, y la comida es tan buena como allá. Creo que es de las cosas que más echaré a faltar al llegar a Barcelona.
En estos dos últimos días de estancia en Oakland, aproveché para visitar algunas wherehouses donde viven amigos o amigos de amigos. Estas viviendas son antiguas fábricas que en general artistas alquilan y las convierten en vivienda, sin permiso de habitabilidad, por ende vulnerables ante posibles desalojos, producidos mayormente por la gentrificación que sufren los barrios. Estos espacios de creación y vida alternativa, son una especie de Zonas Autónomamente Temporales (TAZ). Paredes cubiertas de cuadros, fotos, grafitties, y equipos de sonido listos para montar una fiesta en el medio del desierto o donde les plazca. También me propusieron hacer una presentación de Familiarizarse en alguno de estos espacios, pero eso será para cuando el documental ya esté editado. Inchal’ ha.
El lunes en la noche presenciamos un eclipse total de luna, que coincidía con el solsticio de invierno, eventos naturales que no coincidían desde hace 500 años (y menos aún con el cumpleaños de Lukas:-). Todos estábamos muy entusiasmados mirando el cielo mientras la luna se escondía tras nuestra sombra y luego se tornaba rojiza en la noche más larga del año.
Fue una buena despedida. Ahora después de casi 6 horas de vuelo de San Francisco a Nueva York, donde estoy haciendo escala para continuar por otras 7 horas más, desearía verla de nuevo.
Paradojas
Cada vez más los aviones se me asemejan a refigeradores. Atrapados en un ambiente ficticio obedecemos las órdenes de los que manejan nuestros destino, así como nosotros decidimos el destino de las zanahorias, tomates o patatas que irán a la freidora.Al menos me consuela que ese aceite, en algunos casos, va más allá de la tubería al río. Hoy volví a subirme a una de esas freidoras con ruedas, el coche de Lukas, un viejo Mercedes modificado para usar aceite vegetal como combustible. Nuevamente de madrugada, me aceró hasta el Bart para llegar al aeropuerto.
Con este combustible, que no tiene nada que ver con el biodiesel, la economía y el medio ambiente llegan a una ecuación más sostenible. Es una pena que los aviones aún no puedan utilizar todo ese aceite que tiran los miles de McDonals cada día.
Los altavoces llaman al vuelo AA152 con destino a Barcelona. Espero que esta vez mi alma llegue de regreso a tiempo para la entrevista que me espera después de Navidad con Dani, el hijo de Montse… pero ese es ya otro capítulo.
No puedo en este momento hacer una reflexión profunda de esta intensa parte del proyecto con estas cinco familias, está muy reciente y estoy realmente agotada.
Pido la cuenta y me voy hacia el Gate 2. Espero que al igual que en el viaje de SFO a NYC haya internet en el avión, y pueda subir este post antes de llegar al viejo continente.
Por lo pronto me despido de Estados Unidos con la mítica frase de Schwarzenegger (el gobernador que apoyó la prohibición de ley de matrimonios del mismo sexo en California) en Terminator:
I’ll be back!