Puerta dorada
El jueves por la mañana nos mudamos a la casa-barco de Lukas, también en Oakland. El día había amanecido radiante y era perfecto para nuestra labor del día: grabar y fotografiar el Goden Gate Bridge.
Leah nos acompañó en el recorrido que las tres hicimos en bicicleta.
No era una excursión turística, decidí tomar unos planos de este famoso y monumental puente como homenaje a Jess. Allí fueron esparcidas sus cenizas como ella lo había manifestado antes de su muerte.
Mateo, su hijio, y Deb su ex compañera nos contaron sobre la ceremonia con tintes sincréticos que hicieron allí para despedirla.
La entrevista con Mateo, la semana pasada fue muy impactante. El tiene diez años, yo fotografié su nacimiento. Es un niño muy sensible que le encantan los videojuegos en red pero también la lectura. Tiene una facilidad de palabra increíble y en más de una respuesta me dejó con la boca abierta.
Durante la visita a su casa conocí al marido de Deb y sus dos hijos adolescentes quienes nos quisieron participar en las entrevistas pero hasta cambiaron de zapatillas para que los grabaramos jugando al basquet.
Por otro lado, Rob parece ser un tipo muy abierto. El ha criado a sus dos hijos solo, su ex esposa como él mismo lo dijo «is out of the picture». Acepta a Deb y Mateo desde sus orígenes y hasta donde son, también llegó a conocer a Jess, Hace dos años fueron a Burning Man, un festival alternativo anual donde no existen las marcas o sponsor ni el dinero. Todo se hace por intercambio, y muchos artistas hacen esculturas robóticas, etc. Un escenario digno de Mad Max.
Mucha gente va a playa la bahía donde se impone el Golden Gate. Los perros que corretean las olas y juegan entre sí, las parejas, los turistas, los melancólicos.
Más allá de las imágenes que grabamos, para mi también fue un punto de encuentro con alguien que no está más, la espuma del agua chocando con la arena de la playa y el propio mar fueron las imágenes que más me acercaron a este encuentro.